miércoles, 20 de mayo de 2009

DESDE EL DOGOUT

Jean Paul DaOlio


UNA SEMANA SUBLIME PARA EL CARACAS F.C.

Los jugadores del Caracas FC de la mano de un artesano del fútbol como lo es su técnico, Noel "Chita" Sanvicente, cumplieron una gesta inolvidable, ya que en menos de siete días los Rojos del Ávila lograron clasificarse por primera vez en su historia a los cuartos de final de la Copa Santander Libertadores, y el domingo con una victoria 3 x 1 sobre el Zamora cerraron con broche de oro un torneo Clausura que en su última jornada rememoró el suspenso que Alfred Hitchcock le imprimía a sus películas.

El equipo capitalino hizo el trabajo ante el Zamora y el estadio de La Carolina de Barinas fue testigo de la efectividad de un jugador que al igual que el vino, se hace mejor con el paso del tiempo.

El Zamora comenzó ganando gracias a un gol anotado por el jugador Orlando Cordero al minuto 48 de la segunda parte, pero como sólo lo saben hacer los eternos amantes del balón, emergió un paladín que hizo justicia con sus goles. Rafael Castellín necesitó únicamente dos minutos para sentenciar el partido. El primero al minuto 52, batiendo con desparpajo en un mano a mano al portero Tulio Pinilla, y luego en el 54 remató de cabeza de manera soberbia, gracias a un centro milimétrico por la derecha de Darío Figueroa, acurrucando la esférica en la red.

La estocada final la facilitó José Manuel Rey al minuto 90, con un obús desde 30 metros que sorprendió al guardameta local.

El fútbol rindió tributo a un equipo que se ganó un boleto de ida y vuelta para luchar 180 minutos ante el Deportivo Italia en la final del balompié venezolano, sólo queda esperar por el nuevo campeón. Mención aparte merece un conjunto que a pesar de tener más de cinco meses sin cobrar su sueldo, enamoró con la sensibilidad, gallardía y pundonor que demostraron sus jugadores y cuerpo técnico en todas las jornadas del torneo Clausura, de la mano de su entrenador Jesús "Chuy" Vera, Estudiantes de Mérida luchó hasta el último minuto de este campeonato empatando a tres goles con el Deportivo Táchira en Pueblo Nuevo, para recordar que sí se puede jugar al fútbol por pasión, sus jugadores jornada tras jornada, encarnaron en la cancha a los niños que un día fueron, y demostraron que el amor al balón "cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren", como dice el poeta y cantautor Joaquín Sabina. Gracias Estudiantes.

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