martes, 9 de junio de 2009

DESDE EL DOGOUT

Jean Paul Da Olio

GRAZIE PAOLO

Si he vivido un momento triste como fanático del fútbol, ese fue el domingo pasado, al ver cómo Paolo Maldini el “Eterno Capitán” del Milan se despedía de sus compañeros de equipo y del público presente en el estadio Artemio Franchi de la ciudad de Firenze. Entre lágrimas y abrazos, que hicieron encoger el corazón a más de uno que estaba presenciando este hecho, el mítico número 3 dijo adiós.

Con la victoria de dos goles por cero que consiguió el equipo del Milan como visitante ante la Fiorentina, aseguró su pase directo a la Champions League terminando en el tercer lugar del Calcio italiano. Pero la felicidad se vio opacada cuando el árbitro principal del encuentro Nicola Rizzoli hizo sonar su silbato en tres oportunidades para que el fútbol deje de observar en las canchas a un genio, a uno de sus hijos predilectos, un modelo a seguir. Un jugador que comenzó su carrera en la Primera división italiana el 20 de enero de 1985, con 16 años y siete meses, con el único equipo en el cual militó el AC Milan de sus amores, en él disputó 902 juegos de la Serie A italiana durante 25 temporadas y jugó 126 encuentros con la selección italiana, para un total de 1028 partidos como profesional. Con el club lombardo lo ganó todo, cinco Liga de Campeones, dos Copas Intercontinentales, un Mundial de Clubes, cinco Supercopa Europea, siete campeonatos de la Serie A italiana, cinco Supercopa de Italia y una Copa de Italia. Tan ingrato es el fútbol que le negó a este prodigio del balompié el título Mundial y Europeo con su selección.

Quién sino tú, implacable tiempo, brutal como el vientre de un misil, te tomas el atrevimiento de jubilar a este milagro del fútbol, el juego ya no será el mismo sin Paolo, ya el 3 no se verá correr por la banda izquierda, ni defender férreamente como central. No imagino a otro capaz de sacar limpiamente la pelota sin recurrir a la violencia (sólo fue expulsado en cuatro oportunidades a lo largo de toda su carrera, una por roja directa y en tres ocasiones se tuvo que marchar a los vestuarios antes de tiempo por doble amonestación) con calidad en el pase, posicionamiento único y despliegue físico impresionante, líder absoluto dentro del vestuario milanista.

Nunca fue ganador del Balón de Oro (premio que otorga la revista France Football al mejor jugador del fútbol europeo), pero no por falta de merecimiento, me atrevería a decir que se debió a la estupidez infinita de unos cuantos pendejos periodistas, que alaban al futbolista que anota goles, más no al que gallardamente defiende a su equipo como sólo lo supo hacer Paolo Maldini. Espero que los allegados al mundo del fútbol respondan con la grandeza, admiración y humildad que tuvo el técnico del Barcelona Josep Guardiola, quien le dedicó el triunfo de su equipo en la Champions League, una vez más gracias “San Paolo”.

1 comentario:

  1. Qué bueno que en nuestro blog estén posteados los primeros trabajos de Jean Paul en su andar como Periodista. Son excelentes.

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