LLEGÓ EL CUENTERO...
Reinaldo Pilca León
Preguntó Vilongo a Pitico:
"¿Por qué se tardaron tanto pa' escribir de nuevo?"
Pitico respondió:"Pa' que tú y yo podamos seguir preguntándonos guevonadas".
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Y el Amor invadió a aquel equipo... Un año que comenzó raro. Raro porque en 2 meses les marcaron 30 carreras contra 2, indicando que las cosas no iban bien. También porque no fue sino hasta agosto en que pudieron ingresar a una liga, no sin antes incursionar en un periplo importante por los Valles del Tuy que inspiró el estímulo por mejorar, pero no a la unión como equipo. Sin embargo, el tiempo ejerció su poder, se unieron a la causa gente interesada en softbol, con ganas y espíritu, pero por sobre todo, con mucho Amor por el juego...
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La suerte les llegó de noche. Ya habían perdido 3 juegos, 2 de ellos de manera infantil, era vencer o morir y esa noche les tocó... Con una barra full de gente, coreando cada jugada, los muchachos se inspiraron para dejar en el terreno a aquellos contrincantes, teniendo como colofón de una noche inspirada, un jonrón que aclaró mil gargantas... Hasta hoy, no han dejado de ganar.
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"Si lo colocas en los primeros 6 turnos el Asignado si colabora" Crisóstomo.
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Cada jugador tiene su tiempo -parafraseando a la Santa Escritura-, pero había uno que dicen prendía velas en su cuarto para poder jugar, así su tiempo no hubiera llegado... Una noche antes de un juego se fue con el propio Manager para ayudarlo a buscar algo, quedándose en la casa de éste para que cuando se durmiera lanzarle una "macumba" que rezaba en 2 minutos. Cuando llegaba el día del juego, sucedían cosas extrañas: faltaba un jugador, se lesionaba alguien minutos antes o llegaban tarde, siempre conspirando todo para que el mencionado jugara. Lo cierto es que, dice la historia, que el "jugador macumba" no era de los mejores, pero siempre jugaba -Claro, ayudado por sus dotes paranormales-, el Manager sólo decía -quizás hipnotizado aún- "es que le pone mucho corazón..."
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"Es que uno se aferra mucho a las cosas que te ayudaron en el pasado, sin darte cuenta que a veces caducan". Palabras de un "Sior", con un guante último grito en sus manos.
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Se avizoraba un gran día. Otra vez luz radiante, cielo despejado, esta vez los pajaritos si cantaban... El juego para clasificar comenzó mal: con un botado -nada más que el 4to bate- porque se puso la camisa en el dogout; el pitcher no vino bien; los errores aparecieron por arte de magia y los bates se doblaron... Pero como todo es obra de Dios, se presentó un "palo 'e agua" que inundó el campo -y también a los contrarios-. ¿Sera que Dios es Azultinto? Ya Veremos.
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"Lo que importa es el color y el movimiento". Gilberto Santa Rosa
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¡Feliz, amoroso y productivo año 2007!
Gurbai
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